Llevada por sus instintos, la ‘bailaora’ orureña Lorena Ayala tomó un avión rumbo a Nueva York para entrar al casting que elegiría al nuevo cuerpo de baile de la gira de la cantante Madonna. Al llegar a las instalaciones se dio cuenta de que había al menos 700 personas que buscaban lo mismo. Madonna buscaba artistas que hicieran del flamenco no un baile, sino una vivencia. Lorena veía a las participantes retirarse una a una sin éxito y bajo el mismo ‘modus operandi’.
Un beso en la mejilla y los mejores deseos después de hacer su performance. Estaba por irse, cuando la llamaron y le dijeron que la ‘chica material’ la quería a ella.
Lorena solo deseaba ver hasta dónde podía llegar después de casi 20 años de carrera como bailarina de flamenco.
El camino al éxito
Se inició a los 17 años cuando estudiaba Sicología en Chile y decidió recorrer los caminos de la danza. Rápido se dio cuenta de que el flamenco le ofrecía eso que su alma necesitaba. Encontró un buen lugar y una maestra que a los pocos meses de ser parte del elenco le ofreció un viaje a Sevilla. Si bien tenía buenos ingresos y una vida estable, cuando regreso del país ibérico sabía que lo suyo estaba allá y sin pensarlo mucho encaró un viaje que le cambiaría la vida.
Lorena no solo es ‘bailaora’, como se denomina a las bailarinas de flamenco, es modelo y actriz. En su estadía en Chile tuvo la oportunidad de actuar junto a Cristóbal Jodorowsky, importante dramaturgo hijo del afamado ‘psicomago’ Alejandro Jodorowsky, de quien aprendió a tener confianza en la vida “Cuando te alineas con tu propósito, tu camino fluye” afirma Lorena.
Al llegar ella buscaba un espacio físico para poder emprender un proyecto, entonces apareció Angelita Vargas, una importante ‘bailaora’ que buscaba a alguien que la ayudara en sus clases y con quien anhelaba estudiar.
Entonces unieron sus caminos y abrieron un espacio de enseñanza donde todos salían ganando
La caída
Lorena es ambiciosa, ella buscaba concretar un proyecto atrevido de desarrollo del flamenco que podía buscar financiamiento local.
En el camino tuvo un accidente en el que se le rompieron todos los tendones del pie izquierdo, apenas podía pensar en volver a caminar cuando le llegó la noticia de que aceptaron su proyecto. No hubo tiempo para nada más que sanar. Ella no tenía mucho apoyo en su entorno, aun así lo intentó y logró ser la primera ‘bailaora’ boliviana en recibir dicho financiamiento.
El haber llegado a las filas de Madonna, para Lorena es solo una experiencia más que le demuestra que su camino está en el flamenco
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