•Por: Prof. María Luisa Zevallos Villegas
El año 1810 es el segundo año de las revoluciones en el Alto Perú, mientras es el primero en otras regiones sujetas a la corona de España.
Cinco insurrecciones revolucionarias en un solo año y dos combates victoriosos son la pauta del espíritu libertario en el Alto Perú, que surgió del conflicto entre los Virreinatos del Perú y Buenos Aires por tener bajo su dominio el Alto Perú y sus riquezas naturales. Los abusos de los corregidores y los caciques cobradores de reales tributos y la injusticia impuesta a los naturales impulsaron las ideas claras de independencia y libertad. Al principio de la lucha por la independencia, se derramó sangre por mantener la autoridad del Rey Fernando VII, tan discutida frente a las ambiciones de Napoleón, de dominar a España, junto a los trabajos secretos de Doña Carlota de reinar en las colonias, mientras durase la prisión de su hermano el Rey Fernando VII… En los albores de la Gran Guerra de la Independencia, este concepto junto al de Libertad, sufrió una verdadera evolución, necesitó tiempo para que se concibiera el verdadero fin que se perseguía.
Buenos Aires después de la revolución del 25 de mayo de 1810, con la soberanía otorgada por el Cabildo, nombró una Junta Gubernativa de las provincias del Río de La Plata, imponiendo al mismo tiempo y mandó una expedición militar a las provincias del interior. Esta expedición constituyó el Primer Ejército Auxiliar, al mando del General Antonio González Balcarce y Juan José Castelli que debían ingresar al Alto Perú por el sur. En este momento es importante y estratégica la ubicación geográfica de Oruro.
Durante el año de 1810, se produjo la revolución de Cochabamba el14 de septiembre, la de Santa Cruz el 24 de septiembre .En Oruro el 6 de octubre el pueblo se levanta con Tomás Barrón como caudillo de esta revolución y cambia la dirección de su Cabildo hacia la causa patriótica. En Moxos, que por entonces era una gobernación independiente del Virreinato de Buenos Aires y dependía directamente de la Audiencia de Charcas, tenía como Gobernador a Pedro Pablo de Urquijo, se sublevaron, porque allí, solamente las vías fluviales eran las únicas que comunicaban a Moxos con el resto del mundo.
Remar era para el mojeño lo que la mita de Potosí para el indio de las regiones andinas. En aquellas ex misiones jesuíticas estaban gobernadas por un cabildo civil por funcionarios de la corona, optaron por dar mayor jerarquía a los caciques Canichanas como Juan Maraza su cacique principal, que se hizo reconocer como único gobernador de la provincia. Urquijo surge la figura de Pedro Ignacio Muiba célebre cacique de Trinidad que logró movilizar a los mojeños manteniendo contacto con Juan Maraza, con quien al principio eran aliados con el cacique González, pero Maraza tomó partido a favor del Gobernador Urquijo.
Los sucesos de Buenos Aires, de Cochabamba y el de Santa Cruz, se conocieron en Moxos y los indios se sublevaron el 9 de noviembre de 1810 en Trinidad, negándose a tripular las embarcaciones ordenadas por Urquijo. La insurrección se prolongó durante toda la noche. Al día siguiente apareció Muiba con el cacique de Loreto José Bopi, exigiendo la presencia de Urquijo para ahorcarlo, sólo la intervención de los curas lo salvaron. Restablecida la autoridad real en Loreto con la captura de Bopi y Pedro Ignacio Muiba, los sometieron a muerte cruel y se hizo escarnio de sus restos.
Junto a estos esfuerzos se inscribe también la revolución de Potosí el 10 de noviembre del mismo año de 1810, que unidos al triunfo de la Batalla de Suipacha el 7 de noviembre con el valor y decisión de la caballería chicheña del Cnl. Pedro Arraya, los gauchos de Martín Güemes y la avanzada del Primer Ejército Auxiliar del Norte contra los realistas del General José de Córdova. Otro triunfo del ejército patriota genuinamente alto peruano, conformado de milicias de voluntarios orureños y cochabambinos, que enfrentó a las fuerzas del Cnl. Fermín Piérola es la Gloriosa Batalla de Aroma el14 de noviembre de 1810.
Las provincias del Alto Perú, dieron muestras de patriotismo y sacrificio y simpatizaron con la Junta Gubernativa Revolucionaria de Buenos Aires. El 20 de junio de 1810 el Gobernador de Potosí Francisco de Paula Sanz comunicó al Presidente Nieto de la Revolución de Buenos Aires, consumada el 25 de mayo. El aviso le llenó de estupor y se apresuró en tomar medidas contra aquel acontecimiento, hizo jurar obediencia al Supremo Consejo de Regencia, y promovió un Congreso que fracasó porque no asistieron muchos y los pocos que estuvieron resolvieron pedir apoyo al Virrey Abascal del Perú, incorporando las provincias alto peruanas al Virreinato de Lima, cuyas medidas fueron enviar refuerzos. Para ello Goyeneche, recolectaba milicias en Arequipa, Puno y el Cuzco para invadir territorio Alto peruano.
Entretanto al finalizar el mes de julio de 1810 en la Villa de Oruro, circulaban alarmantes rumores sobre una nueva sublevación de indios en el pueblo de San Agustín de Toledo, el pueblo más numeroso de la jurisdicción de Paria.
Los naturales se amotinaron contra las autoridades locales por la destitución de su legítimo cacique cobrador de tributos reales Manuel Victoriano Aguilario de Titichoca, que no fue restituido desde noviembre de 1809.
Esta vez la insurgencia se presentaba con propósitos de vastos alcances promovidos por el cacique Titichoca, el canónigo Andrés Jiménez Manco Cápac, el abogado Pedro Rivera y los nativos Carlos Choque y Santos Colque. Este alzamiento abortó por la persecución que dispusiera el Presidente Nieto, ofreciendo 500 pesos por la cabeza de cada uno de ellos, no pudieron encontrarlos, razón por la que fueron juzgados en rebeldía.
Las autoridades de la Villa de Oruro, tomaron recaudos defensivos, ante la amenaza de una invasión, por el temor que se apoderó de la gente que empezó a abandonar la Villa. En el Cabildo decidieron pedir socorro militar al Gobernador de Cochabamba José González Prada para resguardar la Villa y las Cajas Reales que envió un destacamento de 300 plazas, al mando del Tcnl. Francisco del Rivero, como segundo al Capitán Esteban Arze y al sargento Melchor Guzmán, “para sorprender y aprehender o castigar al rebelde Titichoca”. Esta guarnición devolvió momentáneamente tranquilidad a Oruro.
Entretanto el Presidente de la Audiencia de Charcas Vicente Nieto dispuso que todas las tropas se concentraran en Potosí, y, que todo hombre de mayoría de edad de la Villa de Oruro, debiera enrolarse en la fuerza que se armaba para enfrentar al Ejército de González Balcarce que desde Buenos Aires ya se internaba en el Alto Perú.
Francisco Del Rivero, Esteban Arze y Melchor Guzmán, se rebelaron en Oruro y decidieron no llevar su tropa a Potosí. La noche del 6 de septiembre la tropa del Tcnl. Del Rivera desertó del cuartel de La Fortaleza. Rivero informó este asunto al Cabildo y supuestamente con permiso oficial volvió a Cochabamba el 11 de septiembre y allí junto a Esteban Arze, Melchor Guzmán y otros encabezaron la Revolución del 14 de Septiembre de 1810.
El Cabildo de la Villa de Oruro conoció de estos sucesos y levantó un proceso para averiguar la verdad, mientras la población presionada por la orden que les imponía reclutarse en el ejército realista, decidieron abandonar la ciudad. El Presidente Nieto ordenó al Ayuntamiento defender la Villa con penas “gravísimas para los que desamparen sus hogares”.
De este modo el memorable día 6 de octubre, mientras el Cabildo discutía la aplicación de la orden, el pueblo se levantó en tumultuosa expresión enardecida, exigiendo la renuncia de las autoridades, Tomás Barrón que fuera Sub Delegado de Hacienda y Guerra, encabezó I revuelta y en actitud abierta, anunciaba a la población que Oruro se levantaba en Revolución plegándose a Cochabamba y Buenos Aires.
El Cabildo, indeciso al principio, decidió no publicar el bando “por multitud de graves motivos” considerando que la orden era extemporánea, pues la mitad de la población había abandonado la Villa y no contaba con fuerza suficiente para impedir la fuga de los vecinos y terminó por ceder ante la presión belicosa y airada de la población que permaneció en actitud decidida y resuelta hasta consumar la revolución.
El 8 de octubre se organizó un nuevo Cabildo revolucionario ratificando a algunos cabildantes que asumieron la causa patriota como Alcalde Ordinario de Primer Voto José Antonio Ramallo, Regidor Alcalde Mayor Provincial José Mariano del Castillo, José Manuel Santander, Tadeo y La Torre, Francisco Guerra, José Arzabe, Pedro Antonio Polo, José Manuel Salinas, ante la aprobación del vecindario. Sus determinaciones fueron:
1.- Reconocer obediencia a la Junta Gubernativa de Buenos Aires.
2.- Reconocer y apoyar a la Revolución de Cochabamba y al Gobierno Revolucionario de Francisco del Rivero.
3.- Preservar los dineros de las Cajas Reales para la causa.
4.- Organizar milicias con voluntarios.
A fines de octubre Francisco Del Rivero comisionó a Esteban Arze y Melchor Guzmán para llegar a Oruro y fortalecer su tropa y así lo hicieron, gracias a la actitud dinámica de Don Tomás Barrón. Reclutaron tropa de voluntarios orureños, para que junto a los cochabambinos enfrentaran en Aroma, el 14 de noviembre de 1810 al ejército realista del Cnl. Fermín Piérola. Se organizaron cuatro compañías de voluntarios orureños; pero en los archivos históricos solamente figura la “Lista de la Segunda Compañía de Voluntarios de esta Villa De San Felipe de Austria, en Oruro a los 26 días del mes de Octubre de 1810” a la cabeza del Capitán Gregorio Sempértegui, Teniente Miguel Aparicio Rocha, Subteniente Juan Pablo Lira, Sargentos Ventura Quevedo, Manuel Mendieta, José Rodríguez y 79 soldados que combatieron en Aroma junto a un numeroso contingente de voluntarios orureños.
Todos estos acontecimientos han sido recuperados por la investigación prolija del historiador orureño Don Marcos Beltrán Ávila en 1918 en su libro “Historia del Alto Perú en el Año 1810” y en “Capítulos de la Historia Colonial de Oruro” publicado en 1925.
Eufronio Viscarra en su “Biografía del General Esteban Arze” dice: “Oruro contribuyó para la guerra, con una cifra considerable de soldados que se agregó a las tropas de Cochabamba... siete días después de la batalla de Suipacha armada tan sólo de garrotes, cañones de estaño fundidos por ella y unas pocas armas de fuego, salió en busca del enemigo y en campo abierto, cuerpo a cuerpo, derrotó a palos a las tropas regladas que a nombre del rey y a órdenes del Coronel Piérola, salieron de La Paz a batirlos en la gloriosa pampa de Aruhuma vulgarmente llamada Aroma, allí se recuerda uno de los hechos más gloriosos de la historia americana... cuenta la historia al mundo”. Valerosos cochabambinos, ante vuestras macanas el enemigo tiembla”. (Viscarra: 89- 1910).
Este acontecimiento para honor y eterna gloria, se ha instituido años después con Resolución del Comando General del Ejército como el Día del Ejercito de Bolivia, cuyo Bicentenario se conmemorará el próximo 14 de noviembre de 2010.
Oruro se inscribe en el marco del Bicentenario de la gesta de la Independencia Nacional e Iberoamericana con la REVOLUCION DEL 6 DE OCTUBRE DE 1810. Honrando esta fecha, Oruro se honrará a sí misma
(*) Es miembro de la Sociedad de Historia y Geografía de Oruro y del Comité del Bicentenario.
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