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martes, 10 de febrero de 2009

Llamas, corderos y la quinua son la riqueza de la región

Los 53.688 kilómetros cuadrados que tiene de extensión el departamento de Oruro están cubiertos por plantaciones de quinua y poblados por recuas de llamas que escarban la tierra para alimentarse con los pastizales.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el departamento de Oruro es el mayor productor de fibra de llama. Lo mismo sucede con la quinua y la extracción de minerales como el estaño y la plata.

El departamento fue poblado hace siglos por comunidades aymara y quechua hablantes. Uno de los pueblos más importantes es el de los Chipayas, que habita en la zona altiplánica. Estos pobladores se constituyen en antiguos anfitriones de una región que, por lo demás, se caracteriza por un paisaje de montañas, aguas termales, extensas plantaciones de papa, haba y una variedad de especies de camélidos.

Las comunidades de los 35 municipios que forman las 16 provincias del departamento se dedican a la crianza —en menor o mayor cantidad— de ganado auquénido y ovino. Para algunas familias es la base de su subsistencia, mientras que otras se organizan para comercializarlo en grandes cantidades, con proyectos para exportar.

La crianza de las llamas es parte de la estrategia de vida de las familias campesinas. Ellas se constituyen en el medio de transporte, proporcionan carne, su estiércol sirve de fertilizante y combustible, y la lana para la fabricación de ropa y otros.

Las llamas productoras de carne son conocidas con el nombre de q’aras (peladas), tienen fibra corta, rala y la cabeza y extremidades desnudas. Éstas son comercializadas en forma de charque que se consume en el mercado local. En la medida de las necesidades familiares —y durante todo el año— se sacrifican para el consumo familiar.

En cambio, las que producen fibra, llamadas t’ampullis (lanudas), son las más requeridas para la venta de su denso vellón.

La crianza de las ovejas es otra de las actividades de los orureños. La carne de cordero es cotizada en el mercado local y el nacional. Es la materia prima para la elaboración de las comidas típicas que caracterizan la gastronomía en la región.

Los campos de quinua, sobre todo al sur, son otro potencial económico para Oruro, aunque aún como materia prima.

En las tierras ubicadas cerca de suelos salitreros, como en el municipio de Salinas de Garci Mendoza, de la provincia Ladislao Cabrera, se produce la quinua real que se exporta a Europa y Estados Unidos. En las provincias de Cercado, Tomás Barrón, Abaroa, Poopó, Carangas, San Pedro de Totora y Pagador, la producción del cereal se destina al autoconsumo, al mercado local y, en menor escala, al exterior. La zona ofrece buenas perspectivas para la producción de la quinua debido a factores geográficos y topográficos favorables para la producción, comercialización e industrialización del grano.

El DS 21060, que cerró la mayor parte de las minas, provocó el éxodo masivo de los trabajadores “relocalizados”. Entre el 2007 y parte del 2008, ante la mejora en la cotización de los minerales que produce Oruro —como el estaño—, los centros mineros volvieron a reactivarse.

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